Ni 24 horas estuvo el pequeño Feliciano Díaz Díaz junto a su madre Andrea Díaz Pérez y sus tres hermanitos en su casa del paraje El Romerillo, en San JuanChamula, pues varias camionetasllegaron al lugar y se lo llevaron a laCiudad de México para participar en un programa de TV Azteca.
El niño indígena saltó a la fama luego de que un usuario de YouTube subiera a esa red social un video en el que se observa a Juan Diego López Jiménez, entonces inspector de Reglamentos en Villahermosa, Tabasco, humillar al pequeño vendedor ambulante al obligarlo a tirar sus dulces y arrebatarle tres cajetillas de cigarros.
Las autoridades de Tabasco intervinieron al conocer el video, cesaron a Juan Diego López Jiménez y detuvieron a la mujer que lo acompañaba, Carmen Torres Díaz, a quienes ahora se acusa de los presuntos delitos de abuso de autoridad y robo con violencia moral, de acuerdo con la averiguación previa CAMVI-II-537/2013 abierta por la Dirección de Atención a Víctimas Vulnerables.
El domingo pasado Feliciano fue trasladado a Chiapas y, junto con funcionarios de la CNDH, entregado a su madre Andrea Díaz Pérez, una indígena tzotzil que no habla español.
Pero más tardó en llegar a su casa que de inmediato varias camionetas llegaron a su comunidad para llevárselo junto con su madre, así como una bebé que, cada que llegan los reporteros con cámaras y reflectores, se asusta y llora.
Los productores ofrecieron a Feliciano llevarlo en avión hacia la Ciudad de México, donde hoy se presentó en el programa Cosas de la vida, con Rocío Sánchez Azuara.
Sin embargo, el pequeño, de sólo 10 años, poco pudo decir a través de su traductor, cohibido por la parafernalia televisiva.
De acuerdo con la cuenta en Twitter de TV Azteca (@InvitadoAzteca), Feliciano recibió una bicicleta y un “apoyo económico”:
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